Hay diferentes tipos de heridas, unas necesitan una atención más urgente que otras. Su aspecto nos dará una idea de a qué tipo de herida nos enfrentamos y cómo actuar ante ellas:
Abiertas: con separación de la piel. Debemos comprobar la distancia que hay de un borde a otro de la herida, y la profundidad. Si no es muy abierta, no será necesaria una sutura.
Cerradas: no se observa separación de la piel, pero generalmente hay hematoma. Suelen estar producidas por golpes, y requieren una atención rápida para descartar el compromiso de algún órgano o de la circulación.
Simples: alcanzan solamente a la piel sin afectar ninguna función del organismo. La persona solo manifiesta dolor local, no se queja de dolor en órganos internos.
Complicadas: son extensas y profundas, con hemorragia abundante, y generalmente conllevan lesiones de músculos, nervios, vasos u órganos internos. Son muy llamativas y se reconocen fácilmente.
TIPOS DE HERIDAS SEGÚN EL OBJETO CAUSANTE
Menores: como rasguños, cortes, rozaduras y heridas un poco más profundas que suelen cicatrizar por si solas.
Lesiones: causadas por la fuerza, quemaduras, o cualquier tipo de impacto físico.
Herida quirúrgica: heridas provocadas por la cirugía, pueden ser de muchos tipos y tamaños.
Herida crónica: heridas que tardan en curarse o que vuelven a aparecer debido a una condición médica, como una úlcera.
Genial. Es importante saber los tipos de heridas que presentamos y lo que esto conlleva.